https://revistaconcordia.org

 

 

Alex Alberto Chamán Portugal

alexchamanp@gmail.com

https://orcid.org/0009-0002-9056-4389

Universidad Mayor de San Andrés. La Paz, Bolivia

 

 

 


 

·         Recibido: 04 de junio de 2021

·         Aceptado: 30 de julio de 2021

·         Arbitrado: 28 de junio de 2021

·         Publicado: 01 de septiembre de 2021

 

http://doi.org/10.62319/concordia.v.1i2.7

 

 

La investigación decolonial en el siglo XXI: Desafíos y perspectivas

 

Decolonial research in the 21st century: Challenges and prospects

 

 

RESUMEN

Este artículo aborda la persistencia de la colonialidad o semicolonialidad del conocimiento en la investigación académica y destaca la importancia de promover la investigación decolonial como una forma de superar las limitaciones y sesgos presentes en la producción de conocimiento en el siglo XXI. El objetivo es desafiar y transformar las estructuras y prácticas coloniales o semicoloniales en la academia y la sociedad en general, y revalorizar las perspectivas y voces de los grupos marginados y subalternos. la metodología utilizada será la cualitativa, respaldada por la investigación documental. El artículo reconoce que la producción de conocimiento ha estado dominada históricamente por la perspectiva de los países colonizadores, excluyendo así las voces y perspectivas de los grupos marginados. Esta exclusión perpetúa las desigualdades y opresiones coloniales o semicoloniales en la sociedad. Por lo tanto, la investigación decolonial se plantea como una alternativa a las formas de conocimiento hegemónicas y busca incluir las perspectivas de los grupos marginados en la producción de conocimiento.

 

Palabras clave: Investigación decolonial; conocimiento; colonialidad; semicolonialidad; desafíos; perspectivas.

 

ABSTRACT

This article addresses the persistence of coloniality or semicoloniality of knowledge in academic research and highlights the importance of promoting decolonial research as a way to overcome the limitations and biases present in the production of knowledge in the 21st century. The aim is to challenge and transform colonial or semi-colonial structures and practices in academia and society at large, and to revalue the perspectives and voices of marginalized and subaltern groups. The methodology used will be qualitative, supported by documentary research. The article recognizes that knowledge production has historically been dominated by the perspective of colonizing countries, thus excluding the voices and perspectives of marginalized groups. This exclusion perpetuates colonial or semi-colonial inequalities and oppressions in society. Therefore, decolonial research is presented as an alternative to hegemonic forms of knowledge and seeks to include the perspectives of marginalized groups in the production of knowledge.

 

Keywords: Decolonial research; knowledge; coloniality; semicoloniality; challenges; perspectives.

 

Volumen 1 |   Número 2 | Septiembre 2021 - febrero 2022   | ISSN: 3006-9912 / ISSN-L: 3006-9912 | Pág. 27 - 37

 

 

INTRODUCCIÓN

 

En el siglo XXI, el mundo cada vez se enfrenta a más desafíos globales que trascienden las fronteras nacionales y desafían las estructuras de poder económico y político establecidas. Agregar que las contradicciones se agudizan al interior de la sociedad capitalista posmoderna, especialmente entre las principales potencias que pugnan por mantener una hegemonía globalista unipolar patrocinada entre Estados Unidos y sus aliados, principalmente la OTAN, y las otras potencias capitalistas emergentes -como China y Rusia- que bregan por reposicionarse y lograr la bipolaridad en la que logren importantes espacios geopolíticos y mayor influencia a escala planetaria. En este contexto la investigación decolonial emerge como una perspectiva crítica y valiosa que busca desentrañar las dinámicas de dominación y opresión arraigadas en la historia de la colonialidad o semicolonialidad. Este artículo se adentra en el tema de la investigación decolonial en el siglo XXI, explorando sus desafíos y perspectivas en el contexto actual de nuestro turbulento, injusto y cada vez más complejo mundo globalizado.

En el presente trabajo se destaca que la investigación decolonial representa un enfoque crítico que se origina en la reflexión sobre las herencias coloniales o semicoloniales y la opresión sistémica que persisten en las estructuras económicas, sociales, políticas y culturales a nivel global. En un mundo que se ha caracterizado por las marcadas desigualdades e injusticias también expresadas por las jerarquías impuestas por la colonialidad, esta perspectiva busca cuestionar la supremacía del conocimiento colonizador y las narrativas hegemónicas, así como promover la valoración de múltiples saberes y epistemologías. Como investigador comprometido con la justicia social y la equidad, este artículo se sitúa en la investigación decolonial como un llamado a la descolonización del pensamiento y la acción, en aras de perseguir la transformación social en favor de la humanidad y los pueblos del mundo.

El propósito es abordar los desafíos y las perspectivas que plantea la investigación decolonial en el siglo XXI. Nos proponemos analizar cómo esta perspectiva crítica se ha desarrollado en un contexto de globalización capitalista, marcado por la diversidad cultural, la interconexión digital y las luchas por la justicia social. A través de un análisis reflexivo y contextualizado, buscamos comprender cómo la investigación decolonial puede contribuir a la transformación de estructuras de opresión y la promoción de la equidad.

Es un imperativo destacar, en el presente trabajo, una breve descripción de importantes cuestiones decoloniales, ya que abarcan una amplia gama de temas, incluyendo la colonialidad del poder, la epistemología decolonial, la interseccionalidad de las opresiones, la valoración de saberes subalternos, entre otras. Estas cuestiones invitan a reflexionar acerca de cómo las jerarquías coloniales han influido en la producción de conocimiento, en la discriminación basada en género, raza, clase y otras identidades, así como en la construcción de narrativas históricas que a menudo han invisibilizado las voces de los oprimidos. La investigación decolonial busca desafiar estas dinámicas y fomentar un diálogo intercultural que reconozca la heterogeneidad epistémica y promueva la justicia cognitiva.

A lo largo de este documento exploraremos cómo la investigación decolonial puede contribuir a la construcción de un mundo más equitativo y respetuoso de la diversidad, así como a la comprensión de los desafíos y perspectivas que enfrenta en el siglo XXI.

 

MÉTODO

En este estudio, se utilizó un enfoque cualitativo para comprender y analizar la decolonialidad. Este enfoque permite explorar y comprender las experiencias, perspectivas y voces de los grupos marginados y subalternos que han sido excluidos históricamente en la producción de conocimiento.

 

La investigación documental desplegada fue exhaustiva y abarcó una amplia gama de fuentes, como libros, artículos académicos, informes, documentos históricos y otros materiales relevantes. Estos documentos proporcionaron una base sólida para examinar las teorías y prácticas de la decolonialidad, así como las estructuras de poder colonial y sus efectos en el conocimiento y la sociedad.

A través del análisis de estos documentos, se identificaron y discutieron las principales características y enfoques de la decolonialidad, así como los desafíos y obstáculos que enfrenta. Además, se exploraron las formas en que la decolonialidad busca desafiar las estructuras de poder colonial y promover la inclusión y la equidad en la producción de conocimiento. La investigación documental permitió contextualizar y fundamentar teóricamente el estudio, proporcionando una base sólida para el análisis y la discusión de los resultados. Además, se realizaron comparaciones y contrastes entre diferentes perspectivas y enfoques decoloniales, lo que enriqueció la comprensión del tema y permitió identificar posibles áreas de acción y cambio.

En este contexto, se destacan los siguientes métodos:

La desnaturalización: Este método implica cuestionar y problematizar los supuestos y creencias que se consideran inevitables, pero que en realidad son producto de la colonialidad o semicolonialidad. Se busca evidenciar cómo ciertas ideas y formas de pensamiento han sido impuestas y perpetuadas por el sistema colonial, y cómo pueden ser desafiadas y transformadas.

La descolonización del conocimiento: Este método busca reivindicar y valorar los conocimientos y saberes de los pueblos colonizados o semicolonizados, que han sido marginados o invisibilizados. Se reconoce la importancia de recuperar y revitalizar las epistemologías y perspectivas propias de las comunidades oprimidas, y de desafiar la hegemonía del conocimiento occidental.

La pluriversalidad: Este método propone la construcción de una sociedad más justa e inclusiva, basada en el reconocimiento de la diversidad ideológica-cultural y epistemológica. Se busca superar la idea de una única verdad o forma de conocimiento válida, y se promueve la coexistencia y el diálogo entre diferentes visiones del mundo.

En cuanto a las técnicas utilizadas, el artículo menciona:

Deconstrucción de textos y discursos: Esta técnica implica analizar críticamente los textos y discursos dominantes para identificar y desafiar las estructuras de poder, los sesgos y las exclusiones presentes en ellos. Se busca revelar las implicaciones coloniales y subyacentes de los textos y discursos y promover una lectura crítica que cuestione y reinterprete los significados establecidos.

Deconstrucción de conceptos y teorías: Esta técnica implica analizar y desmontar los conceptos y teorías que han sido construidos desde una perspectiva colonial o dominante. Se busca revelar las suposiciones y exclusiones presentes en estos conceptos y teorías, y promover una reconstrucción que integre las perspectivas y experiencias de los grupos subalternos y colonizados.

En resumen, este artículo utiliza una metodología basada en el enfoque de la decolonialidad, que involucra métodos como la desnaturalización, la descolonización del conocimiento y la pluriversalidad. Además, se emplean técnicas de deconstrucción de textos, discursos, conceptos y teorías para desafiar y transformar las estructuras de poder y los patrones de conocimiento establecidos.

 

RESULTADOS

El siglo XXI se ha convertido en un escenario de profundos cambios, desafíos y oportunidades a nivel global. En este contexto, la investigación decolonial se posiciona paulatinamente como una perspectiva crítica y transformadora que invita a cuestionar las estructuras de poder impuestas por la colonialidad y a promover la diversidad epistémica. El argumento central de este artículo, "La Investigación Decolonial en el Siglo XXI: Desafíos y Perspectivas", radica en la necesidad de comprender y abordar los retos y las posibilidades que plantea esta perspectiva en el contexto actual de nuestro mundo globalizado.

En este siglo, las huellas de la colonialidad del conocimiento persisten en la producción y circulación de saberes. Las narrativas hegemónicas y el conocimiento colonizador siguen dominando, invisibilizando múltiples voces y saberes locales. La investigación decolonial nos invita a cuestionar esta jerarquía y a reconocer la riqueza de los conocimientos marginados, los saberes subalternos y las epistemologías aherrojadas.

La diversidad cultural, la interconexión global y las pugnas entre potencias capitalistas caracterizan el siglo XXI. En este contexto, la investigación decolonial se enfrenta al desafío de comprender y respetar la pluralidad de culturas, cosmovisiones y sistemas de conocimiento. La interculturalidad y la interseccionalidad se convierten en herramientas esenciales para comprender las interacciones complejas entre las dimensiones de identidad y poder.

La investigación decolonial no se limita a un ámbito académico, sino que también tiene implicaciones prácticas, podría decirse ideológicas y políticas, puesto que desafía las estructuras de poder que perpetúan la opresión y busca la transformación social. En este sentido, nos plantea el reto de descolonizar no solo nuestras mentes, sino también nuestras acciones y relaciones, fomentando la justicia social y la equidad.

A pesar de los desafíos, la investigación decolonial nos ofrece perspectivas valiosas para construir un mundo más justo, equitativo y respetuoso de la diversidad. Al valorar y promover los saberes locales y subalternos, esta perspectiva contribuye a la construcción de un conocimiento más inclusivo y a la promoción de la justicia cognitiva.

Este artículo se adentra en la investigación decolonial en el siglo XXI para explorar sus desafíos y perspectivas en un mundo marcado por las disputas económicas y políticas intercapitalistas, diversidad cultural y las luchas por la justicia. A través de un análisis crítico y reflexivo, buscamos comprender cómo esta perspectiva puede contribuir a la construcción de un mundo más equitativo y respetuoso de la heterogeneidad epistémica.

La investigación decolonial representa un enfoque crítico que se esfuerza por desafiar las estructuras de poder y las jerarquías impuestas por la colonialidad del conocimiento y la opresión sistémica propia de la sociedad capitalista globalizada y posmoderna.

 

DISCUSIÓN

La investigación decolonial en el siglo XXI: Desafíos y perspectivas centra su interés en la necesidad de cuestionar y superar las limitaciones y prejuicios arraigados en el campo de la investigación académica, específicamente en el contexto de la investigación decolonial, por lo que se abordan varios importantes aspectos problemáticos:

Hegemonía del conocimiento colonizador: A lo largo de la historia, el conocimiento colonizador o semicolonizador ha dominado la academia imponiéndose en los diferentes escenarios. Así, relegó a las voces de otras culturas y sus epistemologías a un segundo plano.

Sometimiento a las epistemologías locales: Las epistemologías y saberes locales no solo han sido marginados, sino también desvalorizados sistemática e históricamente en la investigación tradicional. Esta situación conllevó la pérdida de conocimientos importantes y una comprensión unilateral de la realidad objetiva.

Permanencia de la colonialidad o semicolonialidad del conocimiento: La colonialidad del conocimiento, en tanto hegemónica, persiste en la mayor parte de las instituciones educativas y/o académicas, por consiguiente, se reproduce en el quehacer de la metodología y la investigación.

Relevancia en el Siglo XXI: Muy a pesar de una serie de factores adversos la investigación decolonial en el siglo XXI, especialmente en un mundo globalizado y diverso en el que los problemas económicos, sociales, políticos e ideológicos y las dinámicas de poder continúan afectando a los pueblos y las comunidades marginadas, la investigación, metodología y conocimientos decoloniales perviven y cobran mayor fuerza como expresión de las luchas liberadoras de las mayorías. También se plantea la necesidad de democratizar la investigación científica, por ende, la producción de conocimientos que permita acercarse a una concepción científica del mundo que implique comprender sus contradicciones, problemáticas, etc., para asumir un espíritu crítico, reflexivo y propositivo con lo que se pasa a ser parte en el tratamiento y solución de los problemas, no así de su reproducción.

Desafíos y Perspectivas: Considero sumamente vital relievar los desafíos actuales que enfrenta la investigación decolonial, incluyendo la resistencia institucional, la necesidad de construir puentes con la investigación convencional y la búsqueda de métodos y enfoques adecuados. Consiguientemente, merece destacarse que sus perspectivas son alentadoras como reflejo de las luchas democráticas y progresistas de los pueblos y comunidades.

 

Relevancia desde una perspectiva decolonial.

Resulta necesario cuestionar y desafiar las estructuras de poder, específicamente lo relacionado a los sistemas de conocimiento hegemónicos y las narrativas históricas colonizadoras que han dominado la investigación académica y la comprensión del mundo, especialmente, la producción cognoscitiva.

Desde una perspectiva decolonial, la relevancia de este artículo radica en su contribución a la construcción de un conocimiento alternativo y descolonizado que tenga en cuenta las perspectivas y voces de los grupos marginados y subalternos. Además, aborda los desafíos y perspectivas de la investigación decolonial en el siglo XXI, lo que es relevante para la construcción de un conocimiento crítico y transformador que considere las realidades y contextos locales.

En general, la investigación decolonial busca desafiar y transformar las estructuras y prácticas coloniales en la academia y en la sociedad en general, lo que se constituye en relevante para la construcción de un mundo más justo y equitativo.

 

Eje decolonial

Respecto a este importante aspecto merece destacarse lo planteado por Quijano (como se citó en Grosfoguel, 2000), el proyecto de la modernidad no fue simplemente el proyecto eurocentrado de construcción de una nueva civilización. Fue, sobre todo, el proyecto de construcción del eurocentrismo, mediante el cual Europa vino a creer y nos hizo creer que ella era, efectivamente, el centro del mundo.

Según lo planteado por De Sousa Santos (2012), se pueden destacar los siguientes puntos sobre cómo el giro descolonial cuestiona las bases epistémicas de las teorías colonizadoras del conocimiento y busca reemplazarlas:

                              Critica las formas eurocéntricas y hegemónicas de producir conocimiento que han prevalecido históricamente.

                              Interroga los marcos teóricos y conceptuales dominantes que invisibilizaron otros saberes.

                              Pone en entredicho la supuesta neutralidad y objetividad de las epistemologías modernas/occidentales.

                              Cuestiona la jerarquización y sobrevaloración de unos conocimientos sobre otros.

                              Plantea revisar críticamente categorías analíticas que reprodujeron lógicas coloniales.

                              Busca resignificar saberes locales y tradicionales subalternizados dándoles visibilidad y validez.

                              Apuesta por la construcción de marcos teóricos más plurales e interculturales.

                              Propone una "sociología de las ausencias" para recuperar epistemologías subyugadas.

                              Tiene como fin reemplazar las bases del conocimiento hegemónico por otras epistemologías provenientes de sectores históricamente excluidos.

De esta forma, el giro descolonial cuestiona las teorías colonizadoras desde sus cimientos epistémicos.

 

La decolonialidad

 

Según Mignolo (2010), la decolonialidad es una perspectiva que cuestiona principalmente la estructura de poder colonial presentes en la sociedad capitalista moderna, por lo que propone la necesidad de desmantelar el eurocentrismo en la producción de conocimiento.

A nuestro entender la decolonialidad se caracteriza por ser un enfoque crítico y reflexivo que plantea enfrentar y desmantelar las estructuras de poder coloniales que están presentes en la estructura económica y social, así como en la superestructura jurídica, política e ideológica. En el plano cognoscitivo se centra en la liberación de las formas de conocimiento y la epistemología subalternizadas y marginadas por la colonialidad.

Por su parte, Maldonado-Torres (2021), plantea que la decolonialidad esencialmente es un cuestionamiento profundo de la colonialidad del poder que perdura en la sociedad capitalista global. Define la decolonialidad como un discurso crítico de la modernidad y la colonialidad, que cuestiona las premisas epistémicas, sociales y económicas del sistema-mundo moderno/colonial, también resalta que la decolonialidad más que un área de estudios, corresponde a una perspectiva política y descolonizadora de la teoría y la historia. De igual forma, distingue decolonialidad de descolonización, señalando que esta última implica procesos concretos de independencia político-territorial, mientras la decolonialidad es un proyecto más amplio de liberación, señalando que la decolonialidad nace en América Latina pero su alcance es global, parte del legado de opresión colonial en todas las regiones.

 

Colonialidad del poder

Se refiere a la persistencia de las estructuras de poder coloniales en la sociedad capitalista. No solo se trata de una dominación económica, social y política, sino también de etnia, género, etc. Por supuesto que afecta a las mayorías populares en sus derechos fundamentales, incluyendo la educación democrática, el conocimiento pluralista, acceso a información objetiva, etc.

A ese respecto Mignolo (2010), Según Mignolo, la colonialidad del poder se refiere a la persistencia de las jerarquías coloniales en las relaciones políticas, económicas y culturales a nivel global, incluso después de que los países colonizados hayan alcanzado la independencia política. Asi mismo, argumenta que la colonialidad del poder es una manifestación del legado colonial que continúa influyendo en la configuración de las relaciones de poder a nivel mundial. Aunque las colonias hayan logrado su independencia política, las estructuras de poder colonial siguen operando a través de mecanismos sutiles y sutiles. Esta persistencia de la colonialidad del poder se manifiesta en diversas formas. Por ejemplo, en el ámbito político, se observa en la imposición de modelos de gobierno y sistemas políticos basados en las estructuras coloniales, que perpetúan la dominación de las antiguas potencias coloniales sobre los países colonizados.

En el ámbito económico, la colonialidad del poder se refleja en la dependencia económica de los países colonizados respecto a los países colonizadores y en la explotación de los recursos naturales y humanos de las antiguas colonias en beneficio de las potencias coloniales. En el ámbito cultural, la colonialidad del poder se manifiesta en la imposición de narrativas y valores culturales eurocéntricos como norma, relegando o marginando las expresiones culturales de las comunidades colonizadas. Mignolo (2010) sostiene que desafiar y superar la colonialidad del poder requiere una opción decolonial, que implica cuestionar y rechazar las estructuras de poder colonial y buscar alternativas que promuevan la justicia social, la igualdad y la diversidad epistémica.

Asimismo, la colonialidad de poder conlleva la supremacía de la racionalidad colonial y la marginación de otras cosmovisiones y epistemología, preservando y reproduciendo el statu quo caracterizado por la explotación, la opresión y la exclusión. (Maldonado, 2008).

 

Subalternidad

La subalternidad implica encontrarse en una condición de subordinación y marginación en el marco de una estructura social dominada por el colonialismo y la colonialidad. En ese sentido, puede plantearse que los sujetos subalternos son las víctimas al ser silenciados, tanto en sus experiencias histórica como en sus voces. Spivak (2023) plantea que el término 'subalterno' se refiere a grupos sociales oprimidos que han sido históricamente marginados y excluidos del discurso dominante. La subalternidad implica una posición de silencio y falta de voz en la sociedad.

 

Epistemología decolonial

La epistemología decolonial estudia cómo se produce, valida y transmite el conocimiento, tanto en contextos coloniales como postcoloniales. Así, desafiar las epistemologías eurocéntricas y recuperar las formas de conocimiento indígenas y subalternas. Mignolo (2009; 2010), refiere que es una perspectiva que cuestiona las estructuras de poder que han impuesto la superioridad del conocimiento, por tanto, es necesario promover la diversidad epistémica. Asimismo, es preciso destacar que la epistemología decolonial considera insoslayable descolonizar la mente para liberar a los pueblos y comunidades de la dominación mediante el conocimiento colonial, reconociendo la riqueza de los saberes locales. En suma, la epistemología decolonial se opone y enfrenta a la colonialidad del saber promoviendo la descolonización del conocimiento, por un lado, y reconociendo democráticamente la pluralidad de saberes, por otro lado.

 

Heterogeneidad epistémica

Hace referencia a la diversidad de formas de conocimiento y saberes presentes en una sociedad. La heterogeneidad epistémica reconoce que no existe una única fuente de conocimiento válida y que diferentes perspectivas y saberes deben ser valorados y respetados.

De Sousa Santos (2009), manifiesta que la heterogeneidad epistémica se refiere a la multiplicidad de conocimientos y saberes que existen en el mundo, más allá de la hegemonía del conocimiento occidental. La justicia cognitiva implica reconocer y valorar esta diversidad epistémica.

De acuerdo a lo planteado por De Sousa Santos (2009), se pueden destacar que la heterogeneidad epistémica se refiere al reconocimiento de la multiplicidad y diversidad de formas de producir y entender el conocimiento que existen a nivel mundial. Esto implica ir más allá del paradigma hegemónico de conocimiento occidental/moderno y visibilizar otras formas de generar y transmitir saberes. Incluye epistemologías locales, tradicionales, indígenas, campesinas, feministas, entre otras que han sido subalternizadas.

La justicia cognitiva es un concepto central en la propuesta teórica de De Sousa Santos, la cual implica el reconocimiento efectivo y la valoración de esta heterogeneidad epistémica mediante la escucha de voces silenciadas, buscando superar la invisibilización, subordinación y jerarquización de unos saberes sobre otros. Por ello, propone un diálogo intercultural horizontal donde distintos tipos de conocimiento se fortalezcan y complementen. Su objetivo es avanzar hacia marcos teóricos más inclusivos que den cabida a la diversidad epistémica.

Puede agregarse que la heterogeneidad epistémica es un rasgo esencial del mundo globalizado, puesto que la teoría decolonial promueve un diálogo intercultural que además de respetar, valore la pluralidad de saberes y epistemologías (Grosfoguel, 2011).

En concordancia con lo mencionado, Escobar (2014), en su obra "Sentipensar con la Tierra: Nuevas lecturas sobre desarrollo, territorio y diferencia", sostiene que la heterogeneidad epistémica es esencial para lograr una comprensión más completa y justa del mundo. Según Escobar, la teoría posdesarrollo busca precisamente abrir espacio para la diversidad de formas de conocimiento y práctica, reconociendo la existencia de múltiples saberes y perspectivas.

Escobar argumenta que el enfoque dominante del desarrollo ha estado arraigado en una visión particular y homogénea del conocimiento, basada en epistemologías occidentales y en una comprensión lineal y unidimensional del progreso. Esto ha llevado a la marginalización y exclusión de otros sistemas de conocimiento y práctica, especialmente aquellos generados por las comunidades indígenas y locales.

La teoría posdesarrollo propone romper con esta visión hegemónica y abrir el camino para la inclusión de múltiples voces y saberes. Reconoce la importancia de las cosmovisiones y prácticas de las comunidades locales, indígenas y marginales, y busca valorar y aprender de sus conocimientos y formas de vida.

La heterogeneidad epistémica, según Escobar, permite una comprensión más rica y contextual del mundo, ya que cada sistema de conocimiento aporta perspectivas únicas y valiosas. Al fomentar la interacción y el diálogo entre diferentes formas de conocimiento, se pueden generar enfoques más inclusivos y equitativos para abordar los desafíos globales, como la desigualdad, la injusticia social y la crisis ambiental.

 

Interseccionalidad

La interseccionalidad se refiere a la interacción de múltiples sistemas de opresión, como la raza, el género, la clase y la sexualidad. Se reconoce que estas categorías de opresión no son independientes, sino que se entrelazan y se superponen en la experiencia de las personas.

Una definición importante es la de Crenshaw (1989), quien afirma que la interseccionalidad es una lente poderosa para analizar cómo las diferentes formas de opresión se cruzan y se solapan en la experiencia de las personas. No podemos entender plenamente la opresión si no tomamos en cuenta estas intersecciones.”

 

Colonialidad del conocimiento y supremacía epistémica

La colonialidad del conocimiento perpetúa la supremacía de los saberes eurocéntricos y desvaloriza otros sistemas de conocimiento alternativos. Teóricos como Aníbal Quijano y Walter Mignolo han profundizado en la influencia de la colonialidad en la producción de conocimiento. Esta cuestión destaca la necesidad de desafiar la centralidad de los saberes colonizadores en la academia y en la sociedad en general. La investigación decolonial promueve la valoración de múltiples epistemologías y la reconfiguración de las bases del conocimiento.

 

Interculturalidad e interseccionalidad de las opresiones

La interculturalidad y la interseccionalidad de las opresiones son conceptos fundamentales en la investigación decolonial. Estos enfoques reconocen cómo múltiples dimensiones de identidad, como género, raza, clase y cultura, se entrelazan en la experiencia de las personas. Esta cuestión resalta la importancia de abordar las complejas interacciones de las opresiones en un mundo diverso y globalizado. La investigación decolonial busca comprender cómo estas intersecciones influyen en las experiencias individuales y colectivas.

 

Descolonización del pensamiento y la acción

La descolonización no se limita al ámbito académico, sino que también tiene implicaciones prácticas. La lucha por los derechos de los pueblos indígenas, la revitalización de idiomas autóctonos y la promoción de saberes locales son ejemplos concretos de acciones descolonizadoras. Esta cuestión subraya la necesidad de pasar de la teoría a la acción. La investigación decolonial invita a desafiar las estructuras de poder que perpetúan la opresión y a promover la justicia social y la equidad en la práctica.

 

Perspectivas para un mundo equitativo:

La investigación decolonial ofrece perspectivas valiosas para la construcción de un mundo más equitativo y diverso. La revolución cultural y las políticas de educación intercultural bilingüe son ejemplos concretos de cómo esta perspectiva puede influir en políticas públicas. Estas evidencias subrayan que la investigación decolonial no solo es un ejercicio intelectual, sino una herramienta concreta para la transformación social. Su enfoque en la diversidad epistémica y la equidad contribuye a la construcción de sociedades más justas y respetuosas de la heterogeneidad cultural.

Estas cuestiones decoloniales y las evidencias relevantes subrayan la importancia de la investigación decolonial en el siglo XXI y respaldan el argumento central del artículo. Muestran cómo esta perspectiva crítica aborda los desafíos y las perspectivas en un mundo globalizado marcado por la diversidad y las luchas por la justicia social.

 

Reflexiones

A medida que profundizo en la exploración de la investigación decolonial en el siglo XXI y su relevancia en el contexto globalizado, no se puede evitar reflexionar respecto a la importancia de esta perspectiva crítica en la búsqueda de un mundo más equitativo, justo, armonioso y respetuoso de la diversidad.

La colonialidad del conocimiento es una realidad que ha afectado la academia y la sociedad en general. La supremacía de los saberes colonizadores ha invisibilizado y desvalorizado las epistemologías locales, indígenas y subalternas. En este sentido, la investigación decolonial se presenta como un llamado a la acción, un recordatorio de que la equidad y la justicia cognitiva son fundamentales en la construcción de un mundo más inclusivo.

La interseccionalidad de las opresiones es otro aspecto que me ha llevado a reflexionar referente a la complejidad de las experiencias humanas. La comprensión de cómo factores como el género, la raza, la clase y la cultura se entrelazan en las vidas de las personas es esencial para abordar las desigualdades. La interseccionalidad nos muestra que no podemos abordar una forma de opresión sin considerar su relación con otras, y esto tiene profundas implicaciones para la justicia social.

La descolonización del pensamiento y la acción se traduce en la necesidad de cuestionar y transformar las estructuras de poder que perpetúan la explotación y la opresión. Como individuos y como sociedad, debemos adoptar una postura activa en la descolonización, promoviendo la valoración de saberes locales, la revitalización de culturas marginadas y la promoción de la justicia social en todas sus formas.

Finalmente, las perspectivas que ofrece la investigación decolonial para un mundo más equitativo me llenan de cierto optimismo y entusiasmo. La revolución cultural en Bolivia y las políticas de educación intercultural bilingüe son ejemplos concretos de cómo esta perspectiva puede influir en políticas públicas que reconocen y valoran la diversidad cultural. La investigación decolonial nos muestra un camino hacia un mundo donde múltiples formas de conocimiento coexisten y se respetan, un mundo en que la equidad y la diversidad no solo son consideradas, sino también celebradas.

A modo de reflexión personal, se puede comprender que la investigación decolonial en el siglo XXI es esencial para abordar los desafíos de nuestro mundo globalizado. Representa un llamado a la descolonización de nuestras mentes y acciones, a la valoración de la diversidad epistémica y a la construcción de sociedades más justas y equitativas. A medida que avanzamos en este siglo, la investigación decolonial es un faro que ilumina el camino hacia un futuro más inclusivo y respetuoso de la heterogeneidad cultural.

 

CONCLUSIONES

En el siglo XXI, la investigación decolonial se ha convertido en una herramienta fundamental para desafiar la persistente colonialidad del poder, promover la diversidad epistémica y luchar por la justicia social. Su impacto potencial en la transformación de la educación, la política, el diálogo intercultural y el empoderamiento comunitario es verdaderamente significativo.

La colonialidad del poder sigue influyendo en nuestras vidas a través de la imposición de narrativas eurocéntricas, la marginación de culturas y saberes no eurocéntricos, y la perpetuación de desigualdades. Enfrentar estos desafíos requiere de la investigación decolonial, que se enfrenta a su vez a obstáculos como la resistencia al cambio en el statu quo, la falta de reconocimiento académico y la necesidad de trabajar en colaboración con comunidades marginadas.

La transformación de la educación es uno de los ámbitos clave donde la investigación decolonial puede marcar la diferencia. Al promover enfoques interculturales, la valoración de saberes locales y la inclusión de perspectivas no eurocéntricas en el currículo, la investigación decolonial tiene el potencial de desafiar y transformar los sistemas educativos actuales.

Además, las recomendaciones basadas en la investigación decolonial pueden influir en la toma de decisiones y convertirse en políticas públicas que promuevan la justicia social y la igualdad. La investigación decolonial también fomenta el diálogo intercultural y transnacional como una forma de enriquecer nuestras perspectivas y construir alianzas globales para desafiar la colonialidad del poder.

Asimismo, la investigación decolonial aboga por el empoderamiento de las comunidades marginadas, alentando su participación en la toma de decisiones y promoviendo la justicia social desde abajo hacia arriba. Al reconocer y valorar los conocimientos y experiencias de estas comunidades, la investigación decolonial impulsa un cambio genuino y sostenible.

Mirando hacia el futuro, es crucial reconocer que la investigación decolonial enfrenta desafíos y oportunidades en el siglo XXI. Sin embargo, su impacto en áreas como la educación, la política y el diálogo intercultural tiene el potencial de ser fundamental para construir un mundo más equitativo y respetuoso de la heterogeneidad cultural y epistémica.

En conclusión, la investigación decolonial en el siglo XXI representa una perspectiva poderosa que nos llama a cuestionar la colonialidad del poder, promover la diversidad epistémica y luchar por la justicia social. Su impacto potencial es significativo y promete transformar la educación, las políticas públicas y el diálogo global. A medida que avanzamos en este siglo, abrazar la investigación decolonial se convierte en un paso crucial hacia un mundo más equitativo y respetuoso de la heterogeneidad cultural y epistémica.

 

REFERENCIAS

Crenshaw. K. (1989). Demarginalizing the Intersection of Race and Sex: A Black Feminist Critique of Antidiscrimination Doctrine, Feminist Theory, and Antiracist Politics.

De Sousa Santos, B. (2012). "Descolonizar la universalidad: Del buen vivir y el pensamiento crítico.

De Sousa Santos. B. (2009). Una epistemología del sur: La reinvención del conocimiento y la emancipación social.

Escobar, A. (2014). Sentipensar con la Tierra: Nuevas lecturas sobre desarrollo, territorio y diferencia. Grosfoguel, R. (2000). Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina.

Grosfoguel, R. (2011). Transmodernity, Border Thinking, and Global Coloniality. Maldonado-Torres, N. (2008). "Against War: Views from the Underside of Modernity”.

Maldonado-Torres, N. (2021). El giro decolonial. Nuevos acercamientos a los estudios latinoamericanos, 193.

Mignolo, W. (2010). Aiesthesis decolonial. Calle 14: Revista de investigación en el campo del arte, 4(4), 10-25.

Mignolo, W. D. (2009). Epistemic disobedience, independent thought and decolonial freedom. Theory, culture & society, 26(7-8), 159-181.

Spivak, G. C. (2023). ¿Puede hablar el subalterno?. En Imperialismo (págs. 171-219). Rutledge.